Aproximación a la figura y la obra de don Miguel de Toro y Gisbert

Pedro Álvarez de Miranda
Universidad Autónoma de Madrid. España.

Abstract

This paper will address the work of Miguel de Toro y Gisbert, with particular attention to his lexicographical studies. I will focus on his original but little known Un fragmento del diccionario general de la lengua española (1925), an interesting sample of what the longed-for but non-existent «total» dictionary of the Spanish language might have been.  

Resumen

La comunicación aspira a ser una primera aproximación a la figura y la obra de un lexicógrafo hoy muy olvidado: Miguel de Toro y Gisbert (1880-1966). Hijo de otro lexicógrafo, Miguel de Toro y Gómez, y afincados ambos en París, padre e hijo se insertan en una atractiva serie cronológica de gramáticos y diccionaristas españoles (Núñez Taboada, Vicente Salvá, Elías Zerolo, etc.) que desde la capital francesa desarrollan una interesante labor editorial en torno a la lengua española. Toro y Gisbert será el principal artífice de uno de los primeros diccionarios españoles de tipo «manual», el excelente Pequeño Larousse ilustrado, cuya primera edición se remonta a 1912.

En primer lugar se hará un repaso de la producción bibliográfica de Toro y Gisbert, integrada por misceláneas que giran en torno a cuestiones léxicas y lexicográficas ( Enmiendas al diccionario de la Academia, Apuntaciones lexicográficas, Americanismos), de gramática normativa ( Curso práctico de gramática y corrección de estilo adaptado a las necesidades del lenguaje americano) o de todo ello ( Los nuevos derroteros del idioma). Toro, miembro correspondiente de la Real Academia Española, colaboró también asiduamente en su Boletín. Y, frente a la orientación entre diletante y comercial de la generalidad de sus predecesores, hay en él una voluntad clara de integración en el ámbito de la filología de corte académico, universitario: es relativamente conocida su obra L’évolution de la langue espagnole en Argentine, «Thèse principale pour le doctorat ès Lettres», publicada en París en 1927.

Sin embargo, la aportación de Toro y Gisbert que estimamos más interesante y original, y al mismo tiempo la más desconocida, es una «Seconde thèse» de 1925 titulada Un fragmento del Diccionario general de la lengua española. En una línea que recuerda la Muestra... de Cuervo (quien, por cierto, prologó otro libro de Toro y Gisbert, la Ortología castellana de los nombres propios), lo que en ese raro opúsculo se nos ofrece es también una «muestra» –única contribuición posible desde las solas fuerzas de una persona–, documentalmente apoyada, de lo que Toro sentía ya como gran tarea pendiente de la lexicografía española: el diccionario «total», con vocación de exhaustividad. Es significativo que se hiciera eco de ella (aunque sin nombrarla) don Ramón Menéndez Pidal en su conocido alegato de 1945, «El diccionario que deseamos».

 


Julio Casares y la Teoría Lexicográfica del Español  

Jorge Martínez Montoro
Universidad de Granada. España.

Abstract

             The spanish Lexicography has got a big development in the last decades of 20th century: gradually it’s going known the impulse lines of this development, that they have began it in scientific discipline. One of this fields that has began to be studied is the historiography, as it was necessary to know the contributions reach of main studients of this discipline nowadays. Julio Casares is outstanding, as his work opened new perspectives to spanish Lexicography.  

Resumen

           La lexicografía moderna del español tiene en Julio Casares a su primer representante. Su discurso de ingreso en la Academia, de 1921, titulado Nuevo concepto del diccionario de la lengua, es, de hecho, el primer acercamiento riguroso y científico al estudio teórico para la realización de diccionarios (al margen, claro está, de los prólogos que solían preceder tradicionalmente a los repertorios léxicos).

           Sin embargo, Julio Casares no se contentó sólo con describir un nuevo método para la elaboración de diccionarios, como bien se desprende del título de su obra mencionada, sino que lo llevó a la práctica con la elaboración de un tipo de diccionario totalmente nuevo en el panorama lexicográfico español y, en menor medida europeo, del momento: el Diccionario ideológico de la lengua española, publicado en 1942.

           Igualmente significativos son los trabajos de J. Casares para, como director del Seminario de Lexicografía de la r.a.e., dotar de base científica a los diferentes repertorios académicos: el drae, del que coordinó desde la 16ª (1939) hasta la 19ª (1970) edición; el Diccionario histórico, del que fue auténtico impulsor hasta su muerte; y el Diccionario manual, cuya edición de 1950 se encargó de revisar.

           La mayor parte de sus artículos sobre lexicografía fue recogida en un libro decisivo para la historia de esta disciplina y, en general, para la lingüística española y europea: Introducción a la lexicografía moderna (1950). El mismo Casares es consciente de la novedad de su obra, como reconoce en el prólogo de la misma: «su título, Introducción a la lexicografía moderna, no carece, sin embargo, de justificación, puesto que, efectivamente, introduce al conocimiento de problemas poco estudiados hasta ahora, aunque sin olvidar en ningún caso la finalidad utilitaria que se persigue». Por tanto, Julio Casares reduce el aparato teórico para hacer más accesible una disciplina que se asentaba ya en unos principios científicos sólidos al amparo de las nuevas corrientes lingüísticas del siglo xx, basadas en el positivismo y empirismo.

           En definitiva, la importante labor de descripción y análisis de la lexicografía española (tanto en su faceta teórica como práctica), llevada a cabo por Julio Casares desde 1921 hasta su muerte en 1964, lo convierten en el primer lexicógrafo moderno del español, estando viva todavía hoy su influencia. Por ello, era necesario un estudio monográfico, como se ha hecho con otros lexicógrafos del español, que diera cuenta de las novedades teóricas que aparecen en su obra.

 


Presencia del pensamiento lingüístico en la revista Escorial (1940-1950)

Susana Pastor Cesteros
Universidad de Alicante. España.

Abstract

              The review Escorial (1940-1950) represented in the postwar’s scene a redouct for the literary creation and the spreading of articles about different disciplines. Both from an ideological and poetic point of view, this review aroused critic’s interest. However, in this paper, my aim is to analyze the significance in Escorial of the linguistic thinking through publication of articles of Muñoz Cortés, Cassirer, Bühler o Wartburg, that show how also linguistics has its place in that emblematic review.

Resumen

              La revista Escorial (1940-1950) constituyó un reducto para la creación literaria y para la difusión de artículos sobre las diversas ramas del saber. Es cierto que el interés de la crítica se ha centrado mayoritariamente en su vertiente ideológica, por un lado, y poética o literaria, por otro. En esta comunicación, sin embargo, nos proponemos analizar la presencia en la misma del pensamiento lingüístico a través de la publicación de artículos como los de Muñoz Cortés, Cassirer, Bühler o Wartburg, que muestran cómo la entonces novedosa disciplina lingüística también se daba cita en esta emblemática revista madrileña.

               Escorial. Revista de cultura y letras comenzó a publicarse a finales de 1940 y se prolongó durante toda la década hasta principios de 1950. Vista en perspectiva, y teniendo en cuenta que fue una revista del régimen sufragada por la Falange, puede considerarse un proyecto global de reconstrucción cultural, con un evidente componente propagandístico, pero también con una voluntad cultural integradora. En el desolado panorama cultural español de la más inmediata posguerra, críticos e historiadores coinciden en presentar la revista Escorial como una ambiciosa empresa para los intelectuales falangistas, que encontraron en ella un reducto para la expresión de sus inquietudes culturales. Éstas no fueron sólo de índole literaria, aun cuando tuvieran mayor presencia en ella la creación poética y los artículos sobre autores o temas de la historia literaria; de ahí que éste sea, junto a su vertiente ideológica y sus propuestas estéticas, el aspecto que mayor atención ha recibido por parte de la crítica. La revista, no obstante, se abrió también a distintas disciplinas del saber (desde la filosofía a la historia, pasando por la música y la filología). Por ello, mi intención en esta comunicación es recoger y analizar los trabajos de carácter lingüístico que fueron publicados en la sección de «Estudios», para precisar en qué medida nuestra disciplina estuvo presente en esta revista representativa de la época. Para ello comentaré el contenido y relevancia de colaboraciones como las de P. Luis Getino («Neologismos y neologistas de nuestros días», en el nº 20); Manuel Muñoz Cortés («Filología e historia», nº 24); E. Cassirer («El lenguaje y la creación del mundo de los objetos», nº 55); K. Bühler («El modelo de ‘organon’ que es el lenguaje», nº 55); I. A. Richards («El poder de las palabras», nº 55) o Walter von Wartburg («La palabra y su ambiente», nº 55).

                Un análisis crítico de tales aportaciones en el contexto de la época, en comparación con el resto de colaboraciones sobre temática filológica, nos ayudará a valorar la presencia del pensamiento lingüístico en una revista cultural tan emblemática como Escorial en el panorama cultural español de la década de los cuarenta.